Escultura Quirón, de Irene Navarro Camacho, ganadora del IV Certamen Asteria de Creación Plástica y Mitología (2021). Quirón, el más sabio y justo de los centauros, fue maestro de héroes como Hércules, Aquiles o Eneas. La reinterpretación realizada por Irene de esta criatura muestra la capacidad del mito para hacernos reflexionar sobre nuestra propia naturaleza (Universidad Complutense de Madrid; imagen original de ASTERIA).

Los mitos son telas de araña: se extienden como redes complejas de personajes heroicos, acontecimientos extraordinarios y significados simbólicos en las que nos quedamos irremediablemente pegados. Aunque no conocemos todas las vicisitudes de las narraciones míticas, estas permanecen en nuestro lenguaje y en nuestra imaginación. Los medios de comunicación reflejan este inconsciente colectivo. El proyecto de investigación Aglaya pretende desentrañar el significado de la presencia de los mitos clásicos, medievales y modernos en la sociedad contemporánea.

Los mitos de la guerra de Putin

Ante la avalancha de críticas, Vladimir Putin ha justificado la guerra contra Ucrania con una narración mítica. En un discurso titulado “Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos”, el líder eslavo explicó el origen común de los pueblos ruso y ucraniano: “La Crónica de Néstor registró para la posteridad las palabras de Oleg el profeta sobre Kiev: ‘que sea la madre de todas las ciudades rusas’”. La fuente citada por Putin, que entremezcla relatos históricos, cuentos y leyendas, relata cómo el príncipe Oleg, advertido por un sacerdote de que moriría por culpa de su caballo, ordenó acabar con el animal; años después, al pisar la calavera del corcel, apareció una serpiente que lo mordió fatalmente.

Los relatos míticos aparecen tanto en la propaganda política de Putin como en el vocabulario de los medios de comunicación. Algunos expertos trazan un paralelismo con el rol de Áyax en la Ilíada, pues, como el héroe griego, “Rusia quiere respeto, restaurar su honor de cara a otras naciones, y hará cualquier cosa para conseguirlo, incluso el uso masivo de la violencia”.

Otros periódicos hablan de la guerra en Ucrania como la consecuencia de la apertura de la caja de Pandora, que alberga todos los males del mundo. También se emplea el mito de Antígona para simbolizar la resistencia ucraniana frente al tirano ruso, a modo de la hija de Edipo frente al injusto edicto del rey Creonte. Periodistas y políticos emplean los relatos míticos para explicar una guerra que se justifica difícilmente mediante argumentos racionales.

Los mitos se convierten en poderosas estrategias de comunicación política debido a su capacidad de despertar emociones en el ser humano. Cuando estos se confunden con la historia, el lector puede formarse una imagen “mítica” de la realidad. En consecuencia, el mito como falsedad es una de las acepciones que el término ha desarrollado por cambio semántico. La complejidad simbólica de personajes y narraciones da lugar a una multiplicidad de interpretaciones. Los mitos nos atraen porque no llegamos a entenderlos del todo.

La mitocrítica cultural

Analizar la naturaleza del mito constituye el objeto de los proyectos del Dr. José Manuel Losada, quien hace más de quince años trabaja en fijar una metodología y una hermenéutica del fenómeno mitológico: la mitocrítica cultural. El último de los proyectos (2020-2023) se llama Aglaya, en referencia a la menor de las tres Gracias. A ellos se unen la revista Amaltea y la Asociación Internacional de Mitocrítica Asteria. Las dos acercan los mitos a la calle en múltiples actividades culturales. El profesor embarca a trece grupos de investigación de siete universidades madrileñas, más de 150 investigadores pertenecientes disciplinas que van desde el arte a la filosofía, pasando por la filología y la comunicación.

Los mitos siguen presentes en nuestros días, y no solo en el contexto bélico. El relato de Galatea y Pigmalión ha sido reconsiderado en el siglo XXI para denunciar los excesos de una sociedad hipertecnificada, que permite la transgresión de las leyes naturales y morales para el desarrollo de inteligencias artificiales sometidas a los designios de sus creadores.  A propósito de la ciencia ficción, varios miembros de Aglaya estudian la capacidad de los mitos para denunciar las injusticias ecológicas, sociales y éticas que preocupan a la sociedad actual.

El acontecimiento mítico surge por el encuentro extraordinario entre dos mundos, el sensible, primario o humano, y el sobrenatural, secundario o divino. Así, en el mito medieval de Fausto, el sabio anhela algo inexistente en la naturaleza y acude a un ser sobrenatural, Mefistófeles, para obtener conocimiento ilimitado. El proyecto Aglaya trató este tema mítico o “mitema” del pacto con el demonio en el Congreso sobre la recepción del expresionismo alemán en los medios audiovisuales. La figura de Fausto invita a reflexionar sobre las limitaciones del ser humano frente a la trascendencia.

Algunos mitos tienen también una cara amable. El programa de investigación ha invocado a las musas, presentes hoy en cualquier conversación sobre la inspiración de los artistas. La exposición pictórica de Luis Priego, comisionada por el profesor Losada e inspirada en el relato mítico del jardín de las Hespérides, fue visitada este año por más de cinco mil personas en el Centro de Arte Complutense. La web del proyecto publica los atisbos de una trascendencia que nos ayuda a comprender cuáles son las tradiciones que heredamos y cuáles las que rompe la modernidad.

Entendernos a través de los mitos

El próximo Congreso Internacional de Mitocrítica pretende desvelar la naturaleza del mito, que, dada su universalidad, es utilizado en un contexto posmoderno para intentar comprender los conflictos humanos, denunciar realidades injustas y, quizás, tratar de superar el sentido trágico de la existencia.

Los relatos míticos surgen en un contexto cultural muy distinto al nuestro. En un mundo que ha olvidado la esfera trascendente, los mitos son metamorfoseados, aceptados o rechazados: simplificamos las narraciones para explicar conflictos que, por su injusticia, escapan a nuestra comprensión. Es posible que, mediante la recuperación de los significados antiguos, podamos reconsiderar la convivencia humana desde otra perspectiva.