El uso del adjetivo mítico se extiende como un reguero de pólvora de la mano del sentido de su sustantivo, mito, como algo digno de admiración. Normalmente el adjetivo antepuesto al sustantivo indica una cualidad más vaga y un sentido más subjetivo (mítica serie) que el adjetivo pospuesto, de connotaciones más concretas y objetivas (serie mítica).

Las series de televisión pueden ser míticas, despertar la fascinación de la audiencia, pero algunas lo son, objetivamente, en cuanto a sus influencias. La mitología impregna hoy todo tipo de productos culturales, desde libros a videojuegos.

Repasamos en este artículo la presencia de los mitos (en su sentido estricto, el de relato imbuido de trascendencia divina) en cinco series de televisión de la plataforma de streaming Amazon Prime:

1.- El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder

La primera temporada de la serie atestigua, por un lado, la influencia que el “monomito” al que aludía Joseph Campbell en El héroe de las mil caras tiene en la estructura narrativa de la serie emitida entre septiembre y octubre de 2022. Según Campbell, los distintos mitos no son sino formas de un monomito: el periplo de un héroe que transita por varias fases o etapas del viaje. En El viaje del escritor Christopher Vogler reconoció ese patrón como intrínseco a cualquier historia, solo con distintas variantes.

El desarrollo argumental de la serie avanza de la mano del viaje de la heroína, la elfa Galadriel, y no lo desvelaremos aquí para evitar spoilers. El hilo narrativo cumple con las premisas apuntadas por Campbell: Galadriel parte de su hogar cruzando “el gran mar” y se encuentra ahora en la fase del descenso e iniciación, a la espera del estreno de la segunda temporada.

En cuanto al contenido, está inspirada en la obra de J.R.R. Tolkien, quien reconoció la influencia en su producción literaria de la mitología nórdica. La trama del anillo único y los anillos de poder del escritor británico bien sería una reinterpretación, según Charles Moorman, de un personaje principal de las Eddas y la Saga de los Volsungos, el rey de los æsir, que se convierte en el beahgifa («señor/dador de anillos») divino. Sauron, el «señor oscuro» del imaginario tolkeniano, como portador del anillo, sería un símil del beahgifa nórdico, expresado en el título con el que lo denominan los elfos, Annatar («Señor de los Dones»).

2.- La rueda del tiempo

Basada en la obra del estadounidense Robert Jordan, quien reconoció la repercusión que en su obra tuvo la de Tolkien (los “engendros de la sombra” parecen un remedo de los nazgûl tolkenianos), la serie muestra una mezcla de influencias míticas, ya desde el propio título y lo que se ha podido atisbar en la primera temporada: hay un nuevo «dragón renacido» (cuyo nombre no diremos, pues aquí radica la intriga de buena parte de los primeros capítulos), es decir, el tiempo es cíclico, como en muchas mitologías orientales.

Pero no solo existe la reencarnación (propia de ese tiempo circular) entre las mitologías del este, sino que algunas occidentales, como la celta, comulgan también con este principio. En los mitos de esta cultura europea gozan de gran relevancia las hadas, seres con poderes mágicos que no eran diminutos, como Campanilla, sino de estatura humana y que, según sus diferentes clases, vestían ropas de diversos colores. Su nombre original era Daoine Sidhe y fueron héroes y heroínas antes que hadas. En la serie nos encontramos con Aes sedai del Ajah azul como Moraine Damodred, apellido similar al nombre Mordred, hijo del rey Arturo y su hermana, la hechicera Morgana en el, también de origen celta, ciclo artúrico.

Guiados por esta maga-hada, encauzadora del poder único, el dragón y su grupo de amigos sale de su apacible pueblo arrasado por los trollocs (seres monstruos, como los fomorianos celtas) para enfrentar los terribles peligros de La llaga y la incertidumbre del Ojo del mundo. No sabemos aún el paradero del dragón renacido después de su calvario u odisea, según la terminología de Vogler, en el último capítulo de la primera temporada.

3.- Carnival Row

Aparte de la presencia de seres mitológicos como hadas, faunos o una especie de minotauro (el jefe de una mafia dedicada a las peleas clandestinas, entre otras actividades ilícitas), la influencia de la mitología es palpable en algunas subtramas.

Por ejemplo, el protagonista, Rycroft “Philo” Philostrate es hijo (ilegítimo) del máximo dirigente de la república de El Burgo y de un hada. Nuestro héroe, para rescatar a su amada, hada también, secuestrada en las cloacas de la ciudad por la esposa legítima de su padre, tiene que acabar con un horrible monstruo de aspecto similar al Cthulhu de Lovecraft -inicialmente parece tener éxito, cortándole la cabeza a hachazos-, creado por su madrastra para matarle.

Esta historia evoca una mezcla de relatos de la mitología clásica tamizados por obras posteriores. “Philo” sería Perseo, hijo de Zeus y Dánae, que corta la cabeza a Medusa para salvar a Andrómeda; el monstruo de la serie, sin embargo, se parece al Kraken de la película Furia de titanes, monstruo que no aparece en la mitografía del héroe griego (como tampoco aparece el héroe volando en Pegaso). La madrastra quiere acabar con nuestro héroe, como Hera, mujer de Zeus, con Perseo. El amor del protagonista, Vignette Stonemoss, parece una Perséfone atrapada en los infiernos (el alcantarillado de la ciudad) a la que ha de llegar su amado en una especie de catábasis moderna.

4.- Star Trek: Picard

Jean Luc Picard, el eterno capitán del Enterprise, pasa también por todas las fases de periplo heroico, del que no vamos a desvelar su estado tras la tercera temporada (la final) recientemente estrenada en España.

La influencia mitológica de la serie no estriba en que el oficial de la flota estelar enfrente a sus demonios (los de su infancia) y, en concreto, a Q, un ser todopoderoso, sino en que se hace una referencia evidente a la mitología, cuando se aborda el mitema de la creación de vida inteligente:

El creador o «moderno Prometeo» sería el doctor Adam Soon, quien crea a Kore, su “hija”, usando modernas técnicas científicas, como antes usó el Dr. Frankenstein o como hizo el titán de la mitología griega Prometeo, insuflando vida a un pedazo de arcilla y creando a los seres humanos; la hija, además, se equipara a Perséfone, enumerando los otros nombres por los que se conoce a esta deidad, Kore o Core -el nombre que le puso el científico-, Persefasa, Proserpina (denominación en la mitología romana) o Despoina, y comparando a su padre con el dios Zeus.

5.- American Gods

Acabamos con la serie que tiene más referencias míticas de todas. Basada en la novela del autor británico Neil Gaiman, buena parte de los personajes principales son dioses o seres mitológicos de distintas mitologías, occidentales, orientales, nativas americanas…, con un punto en común, todos viven en la actualidad en los EE.UU.

La trama principal de la serie nos cuenta cómo un hijo de Odín (Sr. Wednesday, en el relato), Shadow Moon (que vendría a ser el Baldr de las sagas nórdicas) acompaña a su padre por medio país en una cruzada contra los nuevos dioses (tecnología, comunicación…) que están robando los adeptos a los antiguos.

Además de las continuas referencias a personajes mitológicos debidamente reinterpretados (Deméter, Anubis, Chernobog…), aparecen objetos señeros de algunas mitologías, como el árbol de la vida nórdico, el Yggdrassil al que se amarra Shadow para velar la muerte de su progenitor.

También encontramos secuencias «metamitológicas», como cuando Thor hace de sí mismo, haciendo gala de su fuerza en una representación teatral de la compañía que dirige su padre, Wednesday, a quien se dirigen otros dioses en la narración usando otros de sus nombres, como Wotan o Grimnir.